sexta-feira, 10 de setembro de 2010

FLM0617 - Literatura Espanhola: Século XVI

LOS 1001 AÑOS DE LA LENGUA ESPAÑOLA – ANTONIO ALATORRE


CAPÍTULO IX. EL APOGEO DEL CASTELLANO (segunda parte)



APUNTAMIENTOS DE LECTURA – William Mendes, alumno Usp 3504053

ATENCIÓN AL IDIOMA

Aunque ya hubiera sido posible escribirse una gramática del castellano al tiempo de Alfonso el Sabio, la primera auténtica gramática de lengua “vulgar” o moderna es la Gramática castellana de 1492 de Antonio de Nebrija.

Nebrija, un hombre de humilde origen, fue a Italia para impregnarse de cultura y traer a España los estudios humanísticos, como él mismo nos dijo en un prólogo suyo.

Entusiasta del castellano, Nebrija tenía la idea siguiente: “si el conocimiento del latín era expresable en una gramática, no tenía por qué no serlo también el del castellano”.



NEBRIJA: IMPORTANCIA PARA LA GRAMÁTICA Y EL HUMANISMO CASTELLANOS

Alatorre nos aclara de la importancia de Nebrija no solamente para la gramática castellana sino también para el humanismo ibérico.

“La importancia de Nebrija es mucho mayor que la de un simple gramático (…) él sentó en el mundo hispánico las bases del humanismo, movimiento paneuropeo, búsqueda colectiva del saber emprendida por un grupo numeroso de personas a quienes unía el conocimiento de las dos lenguas internacionales, el griego y el latín…”



LENGUA CASTELLANA: COMPAÑERA DEL IMPERIO Y LENGUA DE ARTE

Nebrija tenía dos ideas muy interesantes para hacer con el castellano lo mismo que había ocurrido con el latín y el griego para asegurar sus permanencias por todos los tiempos:

1.“reducir en artificio”, “poner debajo de arte” la lengua de España.

2.”siempre la lengua fue compañera del imperio”, subrayó en el prólogo de su gramática, meses antes que Colón descubriera los nuevos mundos. Nebrija tenía más en cuenta las expansiones en el mundo árabe después de la reconquista de Granada que otra cosa.

Aunque la gramática de Nebrija haya sido muy importante, ella no tuvo el provecho que debería a lo largo de los tres siglos que duró el imperio español. Ni la gramática de Nebrija ni otras.

Alatorre nos señala que “puede decirse que, durante los tres siglos del imperio, los pobladores del mundo hispánico hablaron y escribieron la lengua castellana sin ninguna necesidad de gramática impresa”.



EL LATÍN VULGAR DE ESPAÑA SE VA CAMBIANDO EN CASTELLANO

Otros autores compusieron en estos siglos XVI y XVII escritos notables, no de gramáticas pero elogios y estudios sobre la lengua castellana.

-Bernardo de Aldrete – Del origen y principio de la lengua castellana o romance que oi se usa en España, impreso en Italia en 1606.

-Juan de Valdés – Diálogo de la lengua, compuesto en el siglo XVI (1536) pero que se publicó solamente dos siglos después. Es una especie de introducción general al idioma castellano: su origen latino, las influencias que ha sufrido, sus diferencias con el catalán y el portugués, sus refranes, su literatura, nos dice Alatorre.

-Gonzalo Correas – Arte grande de la lengua española castellana, escrita en 1626 y no publicada hasta 1903. Correas era catedrático de Salamanca e su obra fue “escrita no para que ‘naciones de peregrinas lenguas’ aprendieran el castellano, sino para que los hablantes de castellano se enteraran de sus ‘reglas’ ”.



IMPORTANCIA DE LA LITERATURA DEL SIGLO DE ORO EN LA FIJACIÓN DE LA LENGUA

Alatorre hace un comentario muy interesante acerca de no haberse tenido muchas gramáticas y reglas normativas establecidas en estos siglos porque la literatura pudo seguir libre para la creación.

“La consolidación de nuestra lengua, su fijación, la fuerza cohesiva que impidió su fragmentación, fue en buena parte obra de la literatura, entendiendo por tal todo lo difundido mediante la letra impresa. Sin necesidad de Academia, los hispanohablantes hicieron espontáneamente sus normas gramaticales”.



ESCRITOS Y TRATADOS PARA EL LENGUAJE POÉTICO

Además de las gramáticas para la fijación de la lengua castellana hubieron muchas obras y tratados para el lenguaje poético.

Alatorre nos dice que la obra de Herrera es una de las más “hermosas”.

“El más hermoso de estos tratados, escrito en forma de Anotaciones a las poesías de Garcilaso, es el de Fernando de Herrera, que no se imprimió sino una sola vez (en 1580)”.



LA ORTOGRAFÍA CASTELLANA

La primera ortografía es la de Nebrija, publicada en 1517.

Una de las más revolucionarias fue la de Gonzalo Correas (1630) que defendía “Eliminemos, pues, las letras inútiles ‘para ke eskrivamos komo se pronunzia i pronunziemos komo se eskrive, kon deskanso i fazilidad, sonando kada letra un sonido no más’ “. Pero la obra de Correas fue rechazada por el licenciado Juan de Robles por tener tamañas innovaciones.

Es importante notar que el gran período de las disputas ortográficas va de 1580 a 1614.

“Vale la pena notar que las mencionadas ortografías se concentran sobre todo en los treinta y cinco años que van de 1580 a 1614. Estos años son el momento culminante de la revolución fonética de nuestra lengua”.

Los impresores fueron quienes se encargaron de la unificación y conservación de la ortografía en estos tiempos.



LOS DICCIONARIOS CASTELLANOS

Hubo diccionarios importantes desde 1492 como el Diccionario de Nebrija (latín-español) o el Universal vocabulario en latín y en romance de Alonso de Palencia.

Pero, lo más importante y avanzado diccionario con descripción y definición en castellano de las palabras fue el Tesoro de la lengua castellana de Sebastián de Covarrubias Orozco (1611).

“Este inestimable Tesoro, que haría bien en tener al alcance de la mano todo lector de literatura de los siglos de oro, es ya un diccionario moderno, abundante en detalles, en ejemplos, y aun en información enciclopédica. Covarrubias se atuvo fundamentalmente a la lengua castellana hablada en sus tiempos, sin ocuparse gran cosa de la traducción de las voces al latín, pero prestando, en cambio, mucha atención a la etimología”.



LAS SENTENCIAS Y REFRANES CASTELLANOS

Alatorre nos dice que “el número de refranes publicados en los siglos XVI y XVII excede al de gramáticas y de diccionarios”.

En verdad, refranes, apotegmas y adagios tienen en común el servir como de "esmalte de la lengua en la conversación", nos dice el autor.

Mal Lara (1568) en su La philosofía vulgar nos da un buen resumen de la temática: “Mal Lara no sólo pone por encima de la sabiduría libresca la ‘filosofía vulgar’ de estas breves sentencias, que es la más alta, la que vive en el corazón y en la lengua del pueblo, sino que llega a afirmar que ‘antes que oviesse philósophos en Grecia, tenía España fundada la antigüedad de sus refranes’ “.

Bibliografía:

ALATORRE, Antonio. Los 1001 años de la lengua española. Fondo de Cultura Económica. México. 3a edición.

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